Schlumberger se retira de Chubut

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El retiro definitivo de Schlumberger de la provincia de Chubut marca otro duro revés para la Cuenca del Golfo San Jorge, que sigue perdiendo presencia de grandes empresas de servicios especiales. La salida de la firma implica la pérdida inmediata de al menos 80 puestos de trabajo, afectando áreas clave como los sistemas de bombeo electrosumergible (PCP), personal administrativo y operativos de soporte técnico.

Pero más allá del golpe al empleo, el efecto más crítico es la desaparición de servicios especializados, como los perfiles eléctricos para pozos, fundamentales para la operatividad de los yacimientos. Esto obliga a las operadoras a considerar la contratación de empresas desde otras regiones, como Neuquén, lo que incrementará significativamente los costos logísticos y operativos en un contexto de reducción de gastos y reorganización de estructuras.

La salida de Schlumberger no es un caso aislado. A lo largo del año, Halliburton también abandonó la región, sumándose a un éxodo que inició Baker Hughes tiempo atrás. Calfrac y Weatherford, por su parte, mantienen actividades mínimas y su presencia es cada vez más residual.

El escenario se agrava aún más al observar que muchas empresas ya no solo se repliegan hacia otras cuencas: directamente abandonan el país. La francesa Total Energies evalúa seguir el camino de Petronas y ExxonMobil, cuyos activos fueron absorbidos por firmas nacionales como Vista y Pluspetrol. No obstante, expertos del sector advierten que el músculo financiero de las compañías locales podría no ser suficiente para sostener el ritmo de inversión que requieren los desarrollos no convencionales como Vaca Muerta.

Frente a este panorama, el desafío para la Cuenca del Golfo San Jorge no pasa por competir en escala, sino por reinventarse en eficiencia y sostenibilidad, buscando un modelo de subsistencia que le permita mantener actividad y empleo en un mercado cada vez más concentrado y exigente.