El 3 de junio de 2015, el femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su novio en Santa Fe, encendió la chispa
de una movilización histórica: el nacimiento de Ni Una Menos.
Argentina
A una década del histórico grito colectivo que sacudió a la Argentina, las violencias machistas no solo persisten, sino que aumentan.
En un contexto de retroceso institucional y desmantelamiento de políticas de género, el promedio de femicidios alcanza una muerte cada 28 horas.
Un grito que se volvió bandera
El 3 de junio de 2015, el femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su novio en Santa Fe, encendió la chispa de una movilización histórica: el nacimiento de Ni Una Menos. Ese día, miles de personas salieron a las calles de todo el país para exigir el fin de la violencia de género. Diez años después, la consigna sigue vigente, pero las cifras son aún más alarmantes.
Según el Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, entre el 1 de enero y el 29 de abril de 2025 se registraron 94 femicidios en Argentina, lo que equivale a una mujer asesinada cada 28 horas. Esta cifra representa un incremento respecto a años anteriores y evidencia un recrudecimiento de la violencia machista.
La situación se agrava en un contexto de desmantelamiento de políticas públicas destinadas a prevenir y erradicar la violencia de género.
Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, se han eliminado organismos clave como el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad,
y se han recortado significativamente los presupuestos destinados a programas de asistencia y protección para las víctimas.
Además, el gobierno ha propuesto eliminar la figura del femicidio del Código Penal, argumentando que «ninguna vida vale más que otra», lo que ha generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y colectivos feministas.
Testimonios que interpelan
En este escenario, las voces de quienes han sufrido directamente las consecuencias de la violencia de género cobran especial relevancia.
Juan, Mara y Sacha, hijos de mujeres víctimas de femicidio, comparten sus testimonios marcados por el dolor, la resiliencia y el compromiso.
A pesar de los avances legislativos, como la incorporación del agravante por femicidio en el Código Penal en 2012 y la ley de reparación económica en 2018, denuncian la falta de implementación efectiva de estas normas y la ausencia de contención emocional y apoyo estatal.
Sacha, por ejemplo, comenzó a cobrar lo que estipula la ley 27.452, que creó un régimen de reparación económica para niñas, niños y adolescentes huérfanos a causa de un femicidio. Sin embargo, reflexiona: «Siento que no repara nada, por más que me den plata, lo que pasó no se soluciona así … «.
Una generación que nació feminista
El movimiento Ni Una Menos no solo visibilizó la violencia de género, sino que también generó un cambio cultural profundo.
Estela Díaz, ministra de las Mujeres bonaerense, reflexiona: «Después de ese Ni Una Menos de 2015, las pibas nacen feministas».
La consigna se convirtió en una bandera que atraviesa generaciones y territorios.
En Córdoba, por ejemplo, más de 50 mil personas se movilizaron en la primera marcha de 2015. Una década después, jóvenes que participaron como adolescentes en aquella movilización continúan la lucha, ahora desde distintos espacios y roles.
Una década de conquistas y desafíos
A lo largo de estos diez años, el movimiento feminista logró importantes avances legislativos y sociales. Entre ellos, se destacan:
La creación del Cuerpo de Abogadas y Abogados para Víctimas de Violencia de Género (Ley 27.210).
La sanción de la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en género para quienes integran los tres poderes del Estado.
La legalización del aborto en 2020.
La implementación del cupo laboral travesti-trans.
Sin embargo, estos logros se ven amenazados por el actual contexto político y económico. La eliminación de organismos estatales dedicados a la igualdad de género y los recortes presupuestarios ponen en riesgo las políticas públicas conquistadas.
La lucha continúa
A diez años del primer grito de Ni Una Menos, la demanda sigue siendo la misma: ¡Basta de femicidios! La urgencia de actuar es más apremiante que nunca. El movimiento feminista continúa en las calles, exigiendo justicia, igualdad y un Estado presente que garantice los derechos de todas las personas.
Recursos de ayuda:
Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Disponible las 24 horas, los 365 días del año.
Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”: organización que visibiliza y denuncia las violencias machistas en Argentina.
Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana): colectiva feminista que trabaja por los derechos de las mujeres y disidencias.